martes, noviembre 09, 2010

Biutiful... y un cuento de chinos

Estaba viendo Biutiful esta tarde. En la cinta se menciona cómo las mafias de tráfico de personas esclavizan a inmigrantes que llegan a Barcelona en busca de una vida mejor. La escena me recordó un episodio que viví en carne propia hace algunos años, cuando, tratando de ahorar dinero en el otro lado tuve que enfrentarme yo mismo a la realidad de los inmigrantes: buscando donde vivir, me vi obligado a buscar trabajo en un restaurante chino.

Ya me habían advertido que el peor lugar para trabajar era en un restaurante chino: mínimo 12 horas de trabajo interminable pagados al estilo de México, es decir con migajas. Pero el hambre es brava y me detuve en aquel restaurante chino pidiendo hablar con el dueño.

El chino que manejaba el lugar estaba comiendo algo con las manos detrás de un mostrador, y cuando uno de los meseros (mexicano of course) me presentó con el, llamémosle señor Lee, esté me miró fijamente unos segundos mientras daba grandes masticadas que le salpicaban los labios de manera grotesca. Entonces agarró otra cosa de su plato (era una cosa amarilla cuyos jugos escurrrían entre sus dedos) y señalándome me dijo en un inglés cortado:

"We hire only cool people!" . luego le dijo al mesero que me indicara el procedimiento para ser contratado. El mesero me llevo hacia la salida y me señaló unos departamentos miserables que se veían del otro lado de la calle. Eran esos típicos edificios para pobres que hay en el otro lado. Entonces aquel "compa" me explicó que un requisito para trabajar era compartir piso con otros mexicanos en alguno de aquellos departamentos que, casualidad, eran propiedad del señor Lee. El costo se descontaba directamente de mi trabajo semanal que consistiría en trabajar de 7 am a 22:00 con una hora para comer ganando el equivalente sueldo miserable que gana un obrero en México. El mesero me dijo que la cocina estaba llena de latinos y que cada departamento, de dos cuartos, alojaba unos 10 trabajadores que daban servicio a restaurantes, compañías de limpieza, etcétera, majeadas por mr. lee y sus socios. Estuve a punto de aceptar el trabajo, pero tuve suerte y encontré algo descargando camiones por las noches.

Biutiful no descubre el hilo negro, solamente lo cuenta poéticamente. Esos esclavos chinos en realidad somos todos, en un nivel u otro. Los esclavos son necesarios para el "mundo libre" e, irónicamente, estas películas son una buena forma de escapar de esa realidad. Aunque la verdad, como anda la cosa en San Luis Potosí, es mejor bajarla de Internet...
Pin It

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hi, i just want to say hello to the community