La globalización supone que uno pueda comprar una Coca-Cola o un Whopper de Burger King en cualquier lugar del mundo donde uno se encuentre. Incluso que exista un Tony Roma´s en Zacatecas y otro en Tyler Texas. También que la misma serie de Televisión norteamericana pase en el mismo canal en Dubai y en Lima. Que el Manchester United y el Barcelona tengan aficionados en Pekín y en Durango, y que la última canción de Shakira sea un éxito en San Pedro Sula, Honduras y en Viena, Austria. Cada mercancía tiene libertad de tránsito casi en cada país… cada mercancía menos la más importante de todas: el trabajo.
Cada migrante representa trabajo. Son personas que venden su fuerza laboral en todas las áreas de la economía. Sin embargo, este producto es el único al que se le ponen trabas de todo tipo: desde visas, muros e injusticia en los salarios, hasta detenciones y persecuciones. Siendo el producto más valioso, porque, valga la redundancia, produce los otros productos, el trabajo y en consecuencia los trabajadores son el eslabón más débil en la cadena productiva mundial.
Esta preocupación se ve reflejada en dos películas producidas por Hollywood, en las cuales intervienen artistas mexicanos. En particular, actrices, actores, fotógrafos, guionistas y directores mexicanos.
Alejandro González Iñarritú y Alfonso Cuarón emigraron de México (donde no hay posibilidades para directores mexicanos) para filmar en Estados Unidos películas cuya reflexión se relaciona con México, pero al mismo tiempo abarca las realidades de otros países, no sólo latinoamericanos, sino asiáticos, africanos, europeos…
Hoy nos referiremos a la cinta de Alfonso Cuarón, quien se asume a sí mismo como un “bracero de lujo” y su perlícula “Children of Men” (Hijos del hombre).
Sinopsis: Londres 2027, la humanidad enfrenta su desaparición, pues desde hace 18 años no se ha producido en el mundo entero un nacimiento. Al mismo tiempo, los países desarrollados se encuentran en guerra perpetua contra los grupos de inmigrantes de países pobres. El ultranacionalismo, el terrorismo y la violencia dominan al ser humano. En este contexto, un hombre que trabaja para el gobierno británico acepta ayudar y proteger a una mujer en su viaje hasta un santuario en el mar, pues esconde un secreto muy valiso que puede ayudar a los científicos a salvar a la humanidad.
“No niños, no futuro, no esperanza” dice la Internet Movie Database en relación a esta película de Alfonso Cuarón (director, entre otras, de “Y tu mamá también”) que hace una reflexión no de un futuro lejano, como parece revelar la época en que se sitúa la cinta, sino del presente: las imágenes que muestra con la ayuda de la fotografía de otro mexicano, Emanuel Lubeski, son las mismas que hemos visto de las cárceles de Abu Grahib y Guantánamo; los actos terroristas son los mismo que vemos en España, en Europa y en Irak, y los ultranacionalismos que promueven la violencia son los mismos que escuchamos de algunos políticos republicanos o de políticos mediocres de Europa e incluso de México.
Alfonso Cuarón “bracero de lujo”
Pero en el medio de este caos, Cuarón ve esperanza en una muchacha inmigrante de origen africano que esconde un milagroso secreto. Hay una esperanza. Cada ser humano que nace representa una esperanza, pese a que el mundo esté lleno de injusticias, como lo revela en la cinta los millares de inmigrantes detenidos en jaulas como animales en las fronteras de Inglaterra, esperando por su deportación. Estas cárceles no son más que los centros de detención que tiene la Unión Europea para someter a los empobrecidos emigrantes de África, Medio Oriente y Sudamérica. La visión apocalíptica de Cuarón no responde a un mundo futuro del 2007, sino al actual, donde toda la riqueza robada por los países “desarrollados” a los países “subdesarrollados” es motivo de lucha y violencia. Porque todo se remite a aquella foto que apareció hace unos meses en un periódico europeo donde se observa a un hombre de Argelia parado frente al Arco del Triunfo en París con una pancarta en la que se leía en francés: “Estoy aquí porque ustedes (los franceses) estuvieron allá…”.
Children of Men (nominada al Oscar por mejor guión adaptado y mejor fotografía a cargo de Emmanuel Lubeski, otros mexicano) a diferencia de otras cintas que hablan sobre el caos de la humanidad y sobre alguien que puede salvarla, como “Water World” de Kevin Costner, no cae en el sentimentalismo fácil ni en el discurso políticamente correcto de decir “sí, que todos los inmigrantes entren libremente a todos los países”. Lo que hace es mostrar hasta dónde ha llegado el mundo actual, que tanto defiende los valores democráticos, el libre mercado, la libertad, pero que tolera la pobreza, persigue a los trabajadores legítimos cuyo producto es el único que no puede ser global y que promueve sin cortapisas la “violencia preventiva”, como en Irak y Afganistán. Un mundo hipócrita pues.
Y no es extraño que este discurso, lanzado desde el mismo Hollywood, sea articulado por un ciudadano proveniente de uno de los países pobres afectados por “las bondades del libre mercado” y la globalización, como México. No por nada, Alfonso Cuarón se define a sí mismo como “Un bracero de lujo”, dado que él vive, sin duda, en mejores condiciones económicas que muchos inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos.
Hijos del Hombre es una gran película, dirigida por un cineasta mexicano cuyas preocupaciones son preocupaciones del México actual pero también del resto del mundo, de Latinoamérica, que sufre las consecuencias del neoliberalismo y la globalización, donde solamente los países “desarrollados” pueden ver, al final del túnel, una luz de esperanza. Y de ahí todos los inmigrantes, buscando, legítimamente, la posibilidad de una vida mejor.
Children of Men (Hijos del Hombre)
Emanuel “chivo” Lubezki, nominado al oscar por mejor fotografía
Aquí PUEDES ESCUCHAR UN PODCAST SOBRE CHILDREN OF MEN del blog Palomitas
Director: Alfonso Cuarón; Guión Alfonso Cuarón y Timothy J. Sexton, David Arata, Mark Fergus y Hawk Ostby, basado en la novela de P.D. James. Intérpretes: Clive Owen, Julianne Moore, Michael Caine, Chiwetel Ejiofor y Clarie-Hope Ashitey; Música: John Tavener; Fotografía: Emmanuel Lubezki
2 comentarios:
Llegue aqui por el podcast de palomitas, y la verad me gusto mucho tu post
yo trabajo por internet para un gabacho y aunque estoy en mexico, mi trabajo lo vendo al extranjero ya que como dices aqui en mexico es mas dificil conseguir trabajo y esta mas mal pagado
Hablando solo de la pelicula, la idea no es original, desgraciadamente no puedo recordar el titulo de la pelicula. Es ochentera. un futuro mas lejano, los terroristas no estan, pero si el gobierno opresor, no hay soldados, hay androides. Pero el heroe tiene que llevar al mar a una joven embarazada, (la humanidad es esteril) donde un barco la recogere para protegerla a ella y la criatura.
Con la opinion que das alrededor de la cinta, estoy totalmente de acuerdo
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