La película "Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb" (Stanley Kubrick, 1964) mostraba lo irresponsable que había resultado el diseño y lanzamiento de la bomba nuclear, dado que, como se tiene documentado, muchos de los cargos militares en el mundo tienen una tendencía a padecer "cosas curiosas" en la cabeza y pensar que los otros países "son un peligro y una amenaza", lo que podría justificar una ofensiva nuclear.
El presidente gringo Bush modernizó el esquema y creó un concepto aún más tenebroso: "la guerra preventiva", según el cual, es mejor atacar a alguien antes de que éste pueda atacarnos. Estos peligros, el de que un militar enloquezca y lance una bomba atómica, así como el de la "guerra preventiva" están en plena vigencia, junto con otro igualmente grave: el inicio de una hecatombe nuclear por un error. Así lo muestra la perturbadora nota de EFE que expongo abajo... como perturbadora es, también, la pregunta lógica que surge de dicha nota: ¿Si este "accidente" se ha hecho público, cuántas otras cosas peores nos habrán ocultado?
EFE
Un avión B-52 de la Fuerza Aérea de EEUU transportó por error durante tres horas y media, el trayecto de Dakota del Norte a Luisiana, cinco ojivas nucleares bajo sus alas, según fuentes militares citadas hoy por el diario "Military Times".
El periódico agregó que el vuelo comenzó en la base Minot y concluyó en la de Barksdale, ambas de la Fuerza Aérea estadounidense, el 30 de agosto.
"Los misiles de Crucero Avanzados (ACM) fueron cargados en el B-52 como parte de la retirada de 400 ACM por parte del Pentágono", según el artículo periodístico.
"Pero antes de que los ACM fueran transportados a Barksdale debían retirarse las ojivas nucleares", explicó el rotativo, al señalar que "los misiles fueron instalados en los pilones bajo las alas del bombardero".
Los ACM portan una cabeza nuclear W80-1 con una potencia de 5 a 150 kilotones, y están diseñados específicamente para su descarga desde los aviones B-52 de bombardeo estratégico.
El portavoz de la Fuerza Aérea de EEUU, teniente coronel Ed Thomas, dijo al diario que "el traslado se hizo de forma segura y las armas estuvieron todo el tiempo bajo custodia y control de la Fuerza Aérea".
No se descubrió el error hasta que el B-52 aterrizó en Barksdale, lo que significa que no se supo dónde estaban las ojivas nucleares durante el tiempo que duró todo ese trayecto.
La Fuerza Aérea inició una investigación encabezada por el general Douglas Raaberg, director de Operaciones de Aire y Espacio en el Cuartel General de Mando de Combate Aéreo, indicó Thomas.
Steve Fetter, un ex funcionario del Pentágono que trabajó con armas nucleares en la década pasada, declaró al periódico que "en ningún momento hubo riesgo de una detonación nuclear".
Si el avión se hubiese estrellado, podrían haber estallado los componentes explosivos de la ojiva, y hubiese podido ocurrir un escape de plutonio "pero las complejas salvaguardas de las ojivas hubiesen impedido una detonación nuclear", según Fetter.
Aquí una escena de Dr. Strangelove:
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