Como se sabe, muchos de los periodistas mexicanos no son periodistas: son simples trabajadores que defienden los intereses de sus jefes, los dueños de la televisión, la "gran prensa" o políticos que les pagan con su amistad.
Por eso he imaginado una entrevista, entre cualquier "periodista" mexicano. Le preguntaría así, directamente, sin rodeos lo siguiente:
- ¿De verdad te gusta lo que haces para vivir?
Seguramente se presentaría un silencio dramático, donde el "periodista" arquearía las cejas, tocado por la pregunta. Y después, con el rostro oscurecido de vergüenza se acercaría a mí, mirándome fijamente y diría:
-No, no me gusta. Pero así es la vida.
Y en su lógica el "periodista" tendría razón. En un país como México, donde la hipocresía es uno de los valores que defiende gran parte de la sociedad, alguien que práctica el cinismo es admirado porque se atreve a reconocer en su persona, aquella condición tan lamentable que sin embargo lo vuelve, para muchos un "líder de opinión".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario