Es increíble: tuve que ver una película sudafricano-neozelandesa para salir de mi depresión y retomar la escritura de mi blog. Me refiero a la cinta: "District 9" (Neill Blomkamp-2009). La historia es tan fascinante como actual:
Un OVNI aparece de pronto sobre el cielo de Johanesburgo, Sudáfrica. En su interior hay unos aliens parecidos a langostas. Veinte años más tarde, la recepción amistosa que en un principio tuvieron los humanos se ha desvanecido completamente y el campamento de refugiados donde habían sido establecidos los alienígenas se ha transformado en un ghetto militarizado llamado Distrito 9. Ahí viven confinados y explotados enmedio de la miseria.
Entonces, la corporación Multi-National United que se dedica a la venta de armas, es contratada para desalojar por la fuerza a la población del distrito y llevarla a un campo de concentración lejano de la ciudad. La operación es encargada a Wikus van der Merwe quien durante el operativo se expone a una sustancia extraña que encuentra en una de las casas de cartón de la que han desalojado a un "langostino" (extraterrestre). Esta sustancia lo convierte en un mutante y en la única persona humana capaz de accionar las poderosas armas que fueron confiscadas a los extraterrestres a su llegada...
Esta entrada del blog no pretende ser una crítica de cine, pero si llamar la atención acerca del tema de "District 9". Desde luego no es acerca de un hipotético encuentro con inteligencias alienígenas. El tema es la inmigración, que ha sido definido como uno de los fenómenos que se presentarán cada vez con mayor impacto en un mundo dividido por países ricos y países pobres.
El OVNI abandonado a su suerte sobre Johanesburgo no es sino un "contenedor" de trailer repleto de inmigrantes "ilegales" como los que se descubren constantemente en las ciudades norteamericanas. No es sino un contenedor en un buque que intenta llevar personas de África hacia Europa. El OVNI es una metáfora de la intolerancia humana.
Hace poco escuché de alguien que aprecio mucho la siguiente frase: "En México se disparó la delincuencia y el narcotráfico porque hay muchos extranjeros".
Llama la atención que "District 9" se desarrolle en un país que estuvo aquejado por el apartheid*, pues en la cinta el racismo se presenta no sólo de parte de los sudafricanos blancos sino también de los sudafricanos negros.
Por eso la película inicia con la impactante frase que alguien dice fuera de cuadro mientras el OVNI flota adormecido sobre los rascacielos de Johanesburgo: "No ocurrió en Manhattan, tampoco en Chicago, ni en Washington...ocurrió aquí, en Johanesburgo..." .
Si un OVNI lleno de inmigrantes siderales llegara a México, seguramente la televisión enviaría a sus artistas a cantarles algo en forma de bienvenida. Saldrían intelectuales como Enrique Krauze diciendo que, dado que somos la "raza cósmica" era lógico que los alienígenas nos escogieran a nosotros. Nos escogieron, dirían personalidades mediáticas, de la misma forma como la virgen de Guadalupe nos escogió. "Non fecit taliter omni nationi" diría la iglesia.
Y cuando con el transcurso del tiempo el gobierno, y la sociedad mexicana se corrompieran aún más, entonces diríamos "¡es culpa de esos alienígenas!". Y haríamos un District 9, semejante a las colonias miserables que hay en las afueras de nuestras ciudades. Sobre todo, perpetraríamos los mismos actos que hacemos contra los mexicanos de origen indígena y contra los inmigrantes latinoamericanos que tienen la mala suerte de llegar aquí en su búsqueda de ingresar a Estados Unidos: vejaríamos, golpearíamos, violaríamos y explotaríamos sin piedad a los alienígenas. Porque somos la "raza cósmica", porque "Como México no hay dos" y porque, al final de cuentas, México es una isla cerrada al mundo... una estrella más del canal de las estrellas.
Esta entrada del blog no pretende ser una crítica de cine, pero si llamar la atención acerca del tema de "District 9". Desde luego no es acerca de un hipotético encuentro con inteligencias alienígenas. El tema es la inmigración, que ha sido definido como uno de los fenómenos que se presentarán cada vez con mayor impacto en un mundo dividido por países ricos y países pobres.
El OVNI abandonado a su suerte sobre Johanesburgo no es sino un "contenedor" de trailer repleto de inmigrantes "ilegales" como los que se descubren constantemente en las ciudades norteamericanas. No es sino un contenedor en un buque que intenta llevar personas de África hacia Europa. El OVNI es una metáfora de la intolerancia humana.
Hace poco escuché de alguien que aprecio mucho la siguiente frase: "En México se disparó la delincuencia y el narcotráfico porque hay muchos extranjeros".
Llama la atención que "District 9" se desarrolle en un país que estuvo aquejado por el apartheid*, pues en la cinta el racismo se presenta no sólo de parte de los sudafricanos blancos sino también de los sudafricanos negros.
Por eso la película inicia con la impactante frase que alguien dice fuera de cuadro mientras el OVNI flota adormecido sobre los rascacielos de Johanesburgo: "No ocurrió en Manhattan, tampoco en Chicago, ni en Washington...ocurrió aquí, en Johanesburgo..." .
Si un OVNI lleno de inmigrantes siderales llegara a México, seguramente la televisión enviaría a sus artistas a cantarles algo en forma de bienvenida. Saldrían intelectuales como Enrique Krauze diciendo que, dado que somos la "raza cósmica" era lógico que los alienígenas nos escogieran a nosotros. Nos escogieron, dirían personalidades mediáticas, de la misma forma como la virgen de Guadalupe nos escogió. "Non fecit taliter omni nationi" diría la iglesia.
Y cuando con el transcurso del tiempo el gobierno, y la sociedad mexicana se corrompieran aún más, entonces diríamos "¡es culpa de esos alienígenas!". Y haríamos un District 9, semejante a las colonias miserables que hay en las afueras de nuestras ciudades. Sobre todo, perpetraríamos los mismos actos que hacemos contra los mexicanos de origen indígena y contra los inmigrantes latinoamericanos que tienen la mala suerte de llegar aquí en su búsqueda de ingresar a Estados Unidos: vejaríamos, golpearíamos, violaríamos y explotaríamos sin piedad a los alienígenas. Porque somos la "raza cósmica", porque "Como México no hay dos" y porque, al final de cuentas, México es una isla cerrada al mundo... una estrella más del canal de las estrellas.
*Uso el pasado para "respetar" el tratamiento mediático que se le da al tema, porque estoy seguro que el racismo persiste ahí.
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Podcast sobre Children of Men de Alfonso cuarón y Clive Owen
Trailer de District 9 cortesía de TheFilmStage
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3 comentarios:
Pues al final de cuentas es un mecanismo de los "nativos", de un "nosotros" frente a "los otros" para explicar los cambios, ¿no? Para el núcleo duro, la culpa siempre la tienen los que llegan. La semana pasada estuve en Chihuahua y me sorprendí, junto con un amigo, de lo que las razones que nos dio un taxista para señalar que Chihuahua es más bonita que Juárez: "no hay gente de Juárez, todos llegan de otros lados, por eso se cochineó todo".
En el ejemplo que pones se explica muy bie a qué ,e refería Doris. Pero ahí es todavía peor porque estamos hablando de mexicanos es México. Por eso, pienso que nosotros los mexicanos no deberiamos quejarnos de racismo con respecto a los borteamericanos: nosotros somos peores... saludos! y gracias por leer el blod
Gracias Helen, me daré una vuelta! y felicidades!
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