El candidato democráta a la presidencia de Estados Unidos, Barak Obama, definió su nuevo lema de campaña con el mexicano y futbolero grito de "¡Sí-se-puede-Sí-se-puede-Sí-se-puede!!". Ante decenas de sus seguidores que escucharon hoy al candidato dar un discurso en San Antonio, desde donde siguió el rumbo de las elecciones primarias en Ohio, Rhode Island, Texas y Vermont.
El grito de "¡Si-se-puede-Si-se-puede-Si-se-puede!" fue inaugurado por los fanáticos al fútbol de México que veían a los jugadores de su selección achicarse cuando jugaban contra potencias futbolísticas como San Vicente, Granada o Trinidad y Tobago. El "¡Sí-se-puede!" inauguró una especie de negación colectiva a ver la realidad nacida de una frustración que no sólo abarca lo deportivo sino que va más allá (corrupción, pobreza, depresión, fatalidad). Y es que se puede cuando se puede. Y la prueba es que México no ha obtenido nunca una victoria importante en el fútbol, ni tampoco es un modelo de país en el ámbito latinoamericano.
El grito de marras, que se sigue repitiendo tanto en eventos deportivos como políticos es una aspiración legítima, que sin embargo frecuentemente está desligada de la realidad. Esperemos que no sea ésta la situación de Obama, y que su "¡Sí-se-puede!" sea sólo una puntada para ganarse la simpatía de los latinos en Estados Undos.
Durante 2006, en México se usó el "¡Sí-se-puede!" para apoyar a la selecciòn mexicana en el mundial de Alemania, pero también para apoyar un cambio democrático que fuera transparente y cuya legitimidad estuviera fuera de dudas... en ambos casos, las personas que lanzaron este grito se vieron frustradas de manera lamentable. Perdieron. México fue derrotado "con las cara al sol" en su encuentro de cuartos de final con la Argentina y tampoco pudo llevar a cabo unas elecciones libres ni claras. Hoy, México está lejos de los primeros lugares del fútbol y el país no cuenta con instituciones electorales creíbles ni con un presidente legítimo. Obama quizás desconoce esto. Quizás Obama no sabe que la peor combinación posible es la mezcla de política y fútbol...Imágenes de la derrota del "¡Sí-se-puede!" del 2006 en México. Una combinación de mediocridad futbolístico-política y desazón
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