Martes 5 de junio. Partido México-Paraguay.No nos decidíamos. Bajar el sonido a la tele y escuchar el partido por la radio o dejar el audio de la transmisión televisiva soportando las estúpideces de los locutores.Al final, y debido a que el sonido de la radio iba un poco más rápido que el de la televisión, lo cual nos adelantaba lo que iba a acontecer, decidimos dejar un tiempo en TV Azteca y otro en Televisa. El primer tiempo fue en la televisora del hijo de Azcarraga y Alarcón nos hizo pestañear un buen rato. El segundo tiempo lo vimos en Azteca porque era mejor escuchar al locutor que estaba en ESPN que a los otros fresas.
Como ocurrió en la fina entre el Pachuca y el América, TV Azteca bombardeó con sus anuncios hasta en el banderín del corner. Pero no hay nada qué hacer. Si estos juegos pasaran por cable seguro que los veríamos ahí...
Cuando acabó el partido y luego de comentarios desmesurados contra la selección, le cambamos al noticiero de TV Azteca donde un indignadísimo Javier Alatorre denunciaba que el DF se había cobnvertido en un anuncio gigante. Anuncios por todas partes, muchos sin permiso. Que afeaban la ciudad y las arañas. ¡Qué cinismo! ¡TV Azteca viola incluso la ley de Medios de los sesenta al presentar más anuncios que programación, pero esto no les indigna! Y al mismo tiempo, se indignan por esto y no mencionan en sus mugrosos noticieros cómo la Suprema Corte de Justicia consideró contrario a la constitución la ley de medios que ellos, Televisa y Telmex quisieron imponer con sus empleados en la cámara de diputados, para robar a México su espectro radioeléctrico. ¿Tú le crees a Televisa y Tv Azteca? Yo tampoco...
La estúpideces
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