miércoles, julio 30, 2008
Lo cortés no quita lo valiente...
Una amiga viene a mi casa a platicar y decidimos ir por unas cervezas a la tienda. Al entrar, doy las buenas noches a la muchacha que atiende pero ella solamente nos mira sin expresar el más mínimo sentimiento. Tomo unas coronas del refrigerador, le pago y le digo gracias. Ella toma el dinero sin decir palabra y sin mirarme y se da la vuelta.
Al salir, mi amiga me mira con curiosidad.
- ¿Qué onda con la chava esa? - me pregunta
- No sé - respondo encogiéndome de brazos - nunca responde al saludo ni a nada que le digo.
- ¿Y por qué la sigues saludando? - pregunta mi amiga.
Ah, eso lo había pensado ya antes. Ni siquiera cuando es navidad y le digo el clásico "Feliz Navidad" responde. Pero es cierto, igual sigo saludándola. Qué más da. Tendrá sus motivos para guardar silencio. En realidad, creo que nunca la he escuchado hablar, y eso que voy casi todos los días a esa tienda. En todo caso, si uno es de una determinada forma que no ofende a los demás, no es necesario cambiar. Si la muchacha no devuelve el saludo y tal, muchas otras personas sí que lo hacen y lo harán. Al final, como dice el refrán, lo cortés no quita lo valiente... :)
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