miércoles, diciembre 05, 2007

¿Puede un género musical ser considerado tan peligroso para prohibir su difusión en radio? La "Música Grupera" de México



"Soy el cartel de las calles
Y no me asusto de nada
Para hacer pacas de billetes
Yo no ocupo toneladas
Con un poco de perico
Ya traigo la bolsa hinchada

Yo me la paso en el carro
Recorriendo la ciudad
Con un beeper en la bolsa
Y también mi celular
No mas digan cuanta quieren
Y al instante la tendrán..."
- Grupo Exterminador

En lo que va del año, han sido asesinados a balazos por lo menos 3 cantantes de lo que se conoce "música grupera", un género musical mexicano que según el Canal 11 del Politécnico Nacional es escuchado por 30 millones de personas. Gran parte de esta música trata de recuperar el folclor del norte del país, pero también con influencias de la polka, el country de Estados Unidos, la cumbia colombiana y hasta el tecno. Sus temáticas, por lo general, remiten al machismo y la idealización del delincuente, en particular del narcotraficante, como un hombre o mujer de éxito, que ejerce el poder sobre otras personas, que es un imán para el sexo opuesto y que está por encima de la ley injusta de otros delincuentes: los políticos corruptos y los empresarios ligados a éstos. Y los músicos asesinados durante este año, se sospecha, están ligados al narco, ya sea como juglares de un grupo de narcos en específico o porque también son contrabandistas de droga. En cualquiera de los casos, si uno busca enYoutube nombres como Chalino Sánchez, Los Tucanes de Tijuana, Valentín Elizalde, el Puma de Sinaloa, etc., uno podrá ver una verdadera guerra musical entre bandas de narcotraficantes a través de vídeos.

Incluso, este artículo de la BBC de Londres se ha preguntado respecto a la música grupera mexicana si ¿Puede un género musical ser considerado tan peligroso para prohibir su difusión en radio? refiriéndose a una prohibición de este tipo de música en algunas estaciones de radio mexicana, por su apología de la violencia y el crimen.

En el postal ideas.es A. Ribera expone: "Los narcotraficantes son los nuevos héroes de la sociedad mexicana y, como tales, protagonistas de su música popular. Los corridos han pasado en poco menos de veinte años de elogiar las virtudes de los valientes de la revolución del siglo XIX a relatar a ritmo de polka y acordeón vidas y obras de los capos y de sus seguidores, originarios en su mayoría de zonas rurales y localidades del norte.

En un país en el que la droga es la principal fuente de riqueza y el desempleo sume en la pobreza a la mayoría de la población, la música aparece «como un factor de unidad nacional, portavoz de las miserias cotidianas», asegura la analista cultural azteca Noemie Massard."

El problema no es, sin embargo, que un criminal sea el nuevo héroe: por lo general, para el poder, cualquiera que busque el bien común es denominado "un peligro" o "un criminal". El problema es que, en el pasado, estos criminales, tipo Robin Hood, recurrían a la violencia contra los poderosos, los que sometían a la gente. En cambio, el narco si bien es producto de una sociedad violenta (50 millones de pobres) es justificado por sus juglares (algunos músicos "gruperos") no porque enfrentan a los poderosos, sino porque llevan el juego de éstos al extremo vendiéndolo todo, principalmente lo ilegal.

Quizás para muchos mexicanos la vida del narcotraficante represente un ideal: sexo, lujos, dinero... todo conseguido mediante la violencia (¿no es este el prototipo de ideal masculino en muchos países latinos?). No obstante, para los narcotraficantes, la condición ideal parece ser aquella que les dio origen: sexo, lujos, dinero de una mínima parte de la sociedad mexicana (grandes delincuentes de cuello blanco, políticos corruptos, etc. que disfrutan de la impunidad y protección del estado) que somete a la otra gran parte de la sociedad también a través de la violencia no sólo física, sino incluso simbólica (dos mil pesos por 160 horas de trabajo al mes).

En el post titulado "El Narcocorrido y sus claves" el autor Avelino Sánchez explica a profundidad el fenómeno de los juglares del narco. Pero también este vídeo de Los Tucanes de Tijuana puede explicar por qué un muchacho, de un pueblo perdido de Michoacán o Tamaulipas, puede sentirse atraído hacia el narco. El vídeo muestra a los cantantes rodeados de mujeres hermosas (algunas, seguramente traídas del centro de Europa) mientras someten y torturan a traficantes enemigos. Para reflexionar...

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