No es un secreto que México es un país intolerante. Los anuncios políticos en la televisión, el desprecio por indígenas e inmigrantes y la discriminación a pobres, personas con sobrepeso, homosexuales y emos lo demuestra.
No obstante, lo que resulta sorpresivo es que esa intolerancia ha ido en aumento, como lo demuestra un sondeo denominado "Encuesta Nacional de Exclusión, Tolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Nivel Medio Superior", realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública.
Los reusltados de la encuesta, que pueden leerse aquí, son los siguientes:
Tema de la intolerancia y discriminación
54 por ciento de los estudiantes de las preparatorias públicas de México manifestaron que no les gustaría compartir clases con compañeros enfermos de sida
52.8 por ciento desaprobaron convivir con alumnos homosexuales,
51.1 por ciento dijo no querer vivir con discapacitados.
Tema de la violencia
16.3 por ciento de los estudiantes declararon que la violencia forma parte de la naturaleza humana
16 por ciento justifican la agresión cuando sucede un robo
13 por ciento afirman que los hombres les pegan a las mujeres por instinto.
Casi cinco de cada 10 hombres y más de dos de cada 10 mujeres admitieron haber abusado de sus compañeros
Cuatro de cada 10 aceptan que han sido indiferentes hacia a sus pares.
39.3 y 18.5 por ciento, respectivamente, han puesto apodos ofensivos.
36.5 y 35.3 por ciento han rechazado a sus compañeros
22.5 y 31.3 por ciento aceptan que hablan mal de sus compañeros.
58.5 por ciento les es difícil hacer amigos
62.9 por ciento se asustan con facilidad
61.8 por ciento dicen no llevarse bien con sus progenitores
58.6 por ciento afirman que sus padres les prestan atención cuando les hablan
49.9 por ciento cuentan sus problemas a sus padres
47.8 por ciento les hablan de lo que piensan sin sentirse mal
45.5 por ciento demuestran afecto con facilidad
36.7 por ciento les creen lo que le dicen
37.2 por ciento saben cómo se sienten sin preguntárselo
36.7 por ciento les expresan sus verdaderos sentimientos e intentan comprender su punto de vista.
El subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, Miguel Székely, señaló al respecto que “la realidad es que en nuestros estudiantes los niveles de intolerancia son mayores de lo que podríamos suponer”.
Con estas cifras, no es extraña la discrimación a los emos, los gordos, los indígenas, etc. Esta encuesta es una alerta de las consecuencias que puede tener la espiral de odio e intolerancia que vive en México.
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