miércoles, abril 09, 2008

Nota de Viaje 5: cervezas, café y la Scarborough Fair






Llego de lavar mi ropa y revisar mi correo electrónico en la biblioteca pública en una ciudad de un país que habla inglés, una tarde nevada de principios de 2000. Comparto el departamento con otro mexicano y una norteamericana muy jóvenes que son pareja. Ella, de unos 18 años, se ha ido a una ciudad al norte a visitar a su familia, y mi compañero mexicano, aprovechando la ocasión, ha llevado a 4 muchachas rubias, que son meseras de un restaurante del freeway 326, a otro muchacho rubio y a un afroamericano. Bailan y se manosean unos a otros mientras paso con mi canasto de ropa doblada. En el aire bailan el olor a marihuana y los gritos a todo volumen de un cantante de hip-hop.

Mi plan era mirar un poco de TV y dormir porque esa era mi noche de descanso del gran almacén donde descargo traileres en este país que habla inglés. Pero me doy cuenta que no podré perpetrar mi malévolo plan, dado que, como veo que se besan el afroamericano y la muchacha rubia, sospecho que la fiesta no terminará pronto.

Dejo mi ropa en mi cuarto y voy hacia el refrigerador por una cerveza esquivando a las parejas que bailan. El mexicano con el que comparto el departamento y que no tiene más de 20 años, baila con dos de las casi adolescentes rubias y me saluda con la vista mientras besa a una. En el refrigerador descubro que mis cervezas ya han sido consumidas, pero hay de otra marca y me tomo la libertad de agarrar una.

El afroamericano me hace la seña de salud con su mano que tiene una de las cervezas que yo compré. Le devuelvo el gesto. En mí cuarto, cierro la puerta y me siento en la alfombra a tomar la cerveza y mirar la televisión con el botón de "silencio" puesto, ya que es inútil intentar escuchar el sonido de la televisión, dado los gritos del cantante de hip-hop.

Me quedo dormido mirando un programa de concursos del que no entiendo nada, pero en el que sale concursando una muchacha de cabello lacio y negro que me gusta. No sé cuánto tiempo permanecí dormido cuando una música celestial me despierta. El hip-hop ha dejado de escucharse, y lo que domina el aire es la voz dulce de una mujer que canta el clásico de Simon y Garfunkel, Scarborough Fair

El sonido parece tomar mis manos y levantarme. Como si de un ser invisible se tratara, la puerta de mi puerta se abre y veo a una de las muchachas rubias, cantando con la mirada pérdida en algún lugar de sus recuerdos, mientras su rostro se ilumina con las luces que penden del techo. Todo está oscuro y los demás no están ahí. Las luces rojas del reproductor de CDs parecen sonreir.

"Are you going to Scarborough Fair? Parsley, sage, rosemary, and thyme.
Remember me to one who lives there, she once was a true love of mine..."canta la niña rubia y sus ojos se encienden e iluminan los míos. Estoy hipnotizado.





vídeo cortesía de wendygillissen

" Tell her to find me an acre of land.
Parsley, sage, rosemary, and thyme.
Between the salt water and the sea strands.
Then she'll be a true love of mine..." continúa cantando la muchacha que ignora mi presencia y que tiene sus manos en el pecho.

No estoy seguro si es un sueño, pero me siento entre nubes. Lejos del camión lleno de cajas que parece un congelador, lejos de la ansiedad que me provocan las patrullas que aparecen por las calles de la ciudad, lejos de los drogadictos de la Cotton street, lejos de la aspiradora de alfombras de la tienda de electrónicos en el freeway 326. Lejos de la soledad que sonríe todas las madrugas dentro de mi pecho.

" Are you going to Scarborough Fair? Parsley, sage, rosemary, and thyme.
Remember me to one who lives there, she once was a true love of mine..." sigue cantando bajito y dulce la muchacha, con sus manos exendidas hacia algún lugar en su mente.

Y entonces, del baño sale el afroamericano sonriendo y abrazando a la muchacha. Diciéndole algo en inglés y tocándole el trasero con ambas manos. En ese instante suena mi celular y despierto: por la época de navidades hay un camión extra y tengo que presentarme a trabajar en aquel gran almacén. Con el sonido del teléfono los dos novios se vuelven y me miran. Sonrío y regreso a mi cuarto acompañado otra vez por la voz de un cantante de Hip-hop. Apenas tengo tiempo de ponerme una chaqueta de invierno, mi gorrito y salir corriendo para comprar un café en el Starbucks del freeway 326 y despertar para irme a trabajar descargando el camión, pero sobre todo para despertar de este sueño que me dio una alegría, una noche nevada de invierno en un país que habla inglés...





Vídeo cortesía de Alpet07 :)

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