Mientras me tomo un vaso de un vino blanco que estuve enfriando, salgo a jugar con el perrito al patio de la casa. Son las siete de la tarde y el piso aún respira los restos del calor del mediodía.
Mi perro, salió disparado hacia el barandal y parado en sus patas traseras seguía con atención a la perrita, mientras yo hacía lo mismo con la muchacha. Por un momento, bajé la vista para observar a mi perrito. Tenía la lengua de fuera y respiraba de prisa. Al sentir mi mirada volteó por un instante, me miró y luego continuó siguiendo el paso de de
Un viejo adagio croata dice: “Las mascotas se parecen a sus dueños”. Es posible. Y en un sentido más amplio se puede considerar que no importa la especie, los miembros del género masculino somos todos iguales... ;) :) :)
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